Guiño judicial a favor de ley que reformó las ART

La nueva reforma a la Ley de Riesgos de Trabajo impulsada
por el oficialismo logró sortear un difícil escollo en la Justicia y despejó el
escenario que enfrentaba el Gobierno desde su aprobación por múltiples planteos
para declararla inconstitucional.
La Cámara Nacional del Trabajo rechazó otorgar una medida
cautelar que frene los efectos de las Comisiones Médicas obligatorias como paso
previo al inicio de los juicios laborales, una medida que la Casa Rosada había
adoptado en respuesta a la denominada "industria del juicio".
Para el Poder Ejecutivo la decisión de no dar curso a la
cautelar implica un win-win: obtuvo esa decisión de un fuero hostil -como la
Justicia del Trabajo con la que mantiene un enfrentamiento abierto- y acotó los
márgenes de demandas por la presunta inconstitucionalidad de la norma al fuero
Contencioso Administrativo Federal, con quien mantiene buena sintonía.
La acción de amparo había sido interpuesta por Jorge Rizzo,
titular del Colegio Público de Abogados de la Capital Federal (CPACF), entidad
que también había presentado por vía separada una demanda idéntica. En aquel
caso, los mismos camaristas Néstor Rodríguez Brunengo y Diana Cañal (en abril
pasado) no sólo decidieron anular la decisión de primera instancia de
desestimar la demanda por ausencia de "caso", sino cambiar al juez
José Santiago Sudera que había desechado la demanda.
Pero para la demanda paralela de Rizzo, ratificaron la
ausencia de un caso sobre el que analizar la posible inconstitucionalidad de la
nueva ley de ART, y sostuvieron que otorgar una cautelar sería lo mismo que
resolver el fondo de la cuestión, es decir declarar la reforma como
inconstitucional.
"Sin estar a esta altura del proceso configurado
concretamente un caso", cuya lesión merezca una tutela cautelar, por el
momento se habrá de denegar la medida cautelar sin que ello implique
pronunciamiento más adelante", fue la fórmula utilizada para reafirmar que
"no se encuentra acreditado el peligro de demora", ni comprobados los
"perjuicios de imposible reparación" que el rechazo a la cautelar
implicarían. Originalmente, los letrados habían denunciado la imposibilidad de
pactar libremente los honorarios con quienes demandaran por accidentes de
trabajo. Se pidió que se considera inconstitucional los artículos 1, 2, 3, 10
(inciso 3º del nuevo artículo 7) de la Ley N°24557.
Rizzo señaló a Ámbito Financiero que no recurrirá a la Corte
Suprema de Justicia, instancia superior a la Cámara Nacional del Trabajo para
apelar la decisión de la Sala III, lo que podría implicar una mayor dilación en
la resolución de fondo, que pierde fuerza ante el aluvión inicial de reclamos
que causó primero el Decreto de Necesidad y Urgencia con el que Mauricio Macri
puso en vigencia la modificación, y su posterior sanción definitiva como ley.
Los amparos seguirán su curso sobre el fondo del reclamo en
el fuero laboral, pero no habrá cautelares que bloqueen sorpresivamente la
vigencia de la norma, que motivó una denuncia de la CGT ante la Organización
Internacional del Trabajo (OIT).
El Gobierno se anotó un triunfo con este guiño pese a no
haber cesado la batalla con la Justicia del Trabajo. El presidente Mauricio
Macri la vinculó como parte de un engranaje que propiciaba mafias en torno de
los reclamos judiciales, señal que el Ejecutivo pretendió darle a inversores
para desmontar la industria del juicio. La ganancia para el oficialismo es que
obtuvo una señal auspiciosa en medio de un torbellino que incluye el pedido de
juicio político a dos camaristas del fuero del Trabajo, cruces públicos con el
ámbito laboralista y la intención oficial de migrar todos esos tribunales a la
órbita de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
El resto de las demandas quedaron radicadas, desde el dictado del DNU, en el fuero Contencioso Administrativo Federal con menores roces que el laboral con respecto al Gobierno. Mientras que no se expidieron al respecto sobre la validez o no del decreto (algo abstracto a raíz de la posterior sanción de la Ley y su promulgación), tampoco trastabilló la demanda por la presunta inconstitucionalidad de la norma emanada del Congreso, con lo que el margen para que la reforma que Cambiemos impuso sea bloqueada, quedó ahora muy acotado.