Al no haber negado el codemandado (conductor del vehículo que protagonizó el evento dañoso) que el actor sea propietario del vehículo embestido, carece de relevancia que no se haya producido informe del Registro de la Propiedad del Automotor para acreditar tal circunstancia, toda vez que conforme lo dispone el art. 1110 C.C. puede pedir la reparación el usufructuario y el usuario de la cosa, siend...

La satisfacción del principio de razón suficiente en la sentencia condenatoria, exige que la prueba en la que se basan las conclusiones sólo pueda dar fundamento a ellas o, expresado de otro modo, que ellas deriven necesariamente de los elementos probatorios invocados en su sustento. La declaración de certeza sobre la participación del imputado puede basarse tanto en las llamadas pruebas directas ...

Si el perito oficial señala ambiguamente que el inmueble no volverá al estado originario, y que los parches y deformaciones serán percibidos por potenciales adquiren-tes, éstos provendrán de la mala calidad de los materiales o deficiencias de la reparación, tanto en su desarrollo como en su terminación, consecuencias que no pueden ser cargadas en la cuenta del responsable del ilícito, salvo que fu...

Es deber esencial acorde con el derecho de daños no sólo resarcir el perjuicio causado sino evitar que se pueda causar, lo que implica hacer cesar el detonante o factor etiológico de la prosecución de una situación dañosa. Por lo tanto, la víctima tiene derecho a que el responsable haga lo preciso para neutralizar la génesis de su daño y volver las cosas al estado anterior (art. 1083 C.C.) cualqui...

Cuando los litigantes no le dieron a los peritos el carácter de árbitros, el tribunal no tiene la obligación de seguir sus dictámenes. En consecuencia, la meritación de esta probanza tiene que hacerse según las reglas de la sana crítica racional (art. 283 C.P.C.C.). Es abundante la jurisprudencia que establece que las conclusiones volcadas en el informe del perito oficial deben ser aceptadas por...

Tratándose de perjuicios variables, que van agravándose con el transcurso del tiempo, la solución equitativa reside en adoptar un punto medio entre la aparición del daño primigenio y aquella en que resulta esclarecida su verdadera magnitud. Esto no implica un apartamiento a la regla general de que los intereses moratorios corren desde la causación del daño, sino adaptarla a una situación particula...

Constituye un principio general en el caso de bienes valiosos y destinados a alguna perdurabilidad, como son las edificaciones edilicias, que el menoscabo de partes estructurales, a pesar de una refacción idónea, genera por regla una merma en el valor de cotización, en cuanto dicho menoscabo puede ser advertido con algún mínimo asesora-miento. Es que la refacción no implica «hacer algo totalmente ...

La desvalorización venal es procedente, a pesar de que el bien no haya sido todavía reparado. Ello no descarta la existencia actual del daño, representado por la refacción posible, más aquella cuota residual en la que el bien no podrá ser restituido a su estado anterior, o en que quedarán huellas de las refacciones. El problema es puramente técnico, en el sentido de que una opinión experta puede a...

Si no se trata de mejoras strictu sensu, en el sentido de obras que se agregan a una edificación preexistente, realzándola, sino de refacciones o solución de serios desperfectos, aunque para ello se introduzcan elementos nuevos, y dado que las falencias estructurales no son subsanables, salvo funcionalmente, en el sentido de que quedan indicios, la desvalorización no queda «compensada» con lo nuev...

Las conclusiones del peritaje oficial refuerzan el criterio sobre la desvalorización venal que acarreará el daño al inmueble, acorde con reglas normales de experiencia sobre la previsibilidad de determinadas consecuencias a partir de determinados precedentes (necesidad de refacciones estructurales que por su importancia, no dejan de ser advertidas a los ojos de un experto): sistema de causalidad a...