El instituto de la perención de instancia en nuestro ritual es netamente objetivo: así como no obsta a la caducidad del proceso la sola voluntad impulsora no concretada, a la inversa, el plazo de perención se interrumpe si el litigante ha generado algún avance procesal aun sin ánimo de efectuarlo. Al establecer el art. 340 C.P.C.C. que los plazos de perención se cuentan «desde la última petición...

Para interrumpir el plazo de pe-rención es necesario la ejecución de algún acto procesal apto para promover la marcha del proceso, que innove respecto de la situación anterior, generando cargas o deberes directamente conectados al acto cumplido. Existen actos que, si bien no impulsan el procedimiento, son los únicos posibles, conforme las circunstancias del caso para mantener vivo el proceso. Se t...

El pedido de búsqueda del expediente, en tanto ha estado acompañado de un pedido de que se corran los traslados de ley para alegar, constituyó un acto de inequívoca entidad impulsora con idoneidad para interrumpir el plazo de caducidad que estaba corriendo, el que quedó irremisiblemente reconducido, pues constituyó un acto revelador de la expresa voluntad de localizar el expediente a los fines de ...

En el procedimiento ordinario, el plazo para contestar la demanda es improrrogable pero no fatal, lo que significa que el plazo vence por el mero transcurso del tiempo. Ello no provoca la decadencia del derecho a cumplir el acto de que se trata, hasta que el adversario no lo solicite (art. 47 C.P.C.C.) momento en que precluye la oportunidad para ejecutarlo. Como el inc. 1 del art. 19 C.P.C.C. no...

La eficacia de los actos procesales está supeditada a que emanen del titular del derecho o interés pertinente, o de quien se encuentre suficientemente autorizado a tal fin, pues nadie puede obrar por un tercero si no es su representante legal o convencional (art. 1161 C.C.). El art. 90 C.P.C.C. impone a quien actúe en nombre de otro, sea por representación legal o convencional, acompañar la docume...

La exigencia de que en el poder apud acta figure la firma del juez y secretario tiene por finalidad conferir seguridad sobre la autenticidad de la firma de quien lo otorga (art. 90 in fine C.P.C.C.) de modo de brindar garantía a los derechos de quien figura como poderdante, pues debe haber certeza de que autorizó a otro a actuar en su nombre, como también del adversario, quien también debe tener c...

Si no se ha invocado ni probado que quien aparece como firmante y poderdante no es el litigante de quien emana el poder, la irregularidad formal derivada del defecto de autenticación (falta de firma del juez y secretario) queda suplida si las circunstancias concomitantes o posteriores demuestran, inequívocamente, que éste ha sido otorgado dentro del ámbito del tribunal. (Del voto de la mayoría, Dr...

Al no existir dudas de que el acto de apoderamiento tuvo lugar dentro del ámbito de la secretaría, la excepción de falta de personería es absolutamente improcedente y su admisión importaría consagrar un exceso rigor formal. Por otra parte, la participación otorgada al letrado en el carácter de apoderado del actor se encuentra firme y consentida por no haber sido objeto de impugnación en el plazo l...

El poder apud acta es un tipo de mandato especial para un juicio determinado, que se otorga ante el magistrado que interviene en la causa. En tanto se trata de un instrumento público, para su existencia como tal es imprescindible la intervención de un oficial público (arg. arts. 980, 987, 993 y concs. C.C.) y para su eficacia, conforme lo dispone el art. 979, inc. 4, C.C., deben guardarse «las for...

El art. 35 C.P.C.C. dispone que toda actuación judicial debe ser autorizada por el secretario «o funcionario a quien corresponda dar fe del acto o certificado», en tanto el art. 90 in fine dispone que «los poderes especiales... podrán ser otorgados apud acta... con firma autenticada por... secretario judicial». La ausencia de las firmas del juez y, en especial, del secretario judicial impiden cons...